Ramatís Fisiología del Alma
 
PREGUNTA:
¿Cómo podríamos deshacer ese condicionamiento biológico de la alimentacióncarnívora, sin sufrir los efectos violentos de una sustitución radical?
RAMATIS:
Ya os hemos dicho que los peces, los mariscos y los crustáceos, son "cuerposcolectivos", correspondientes a un sólo "espíritu grupo" que dirige su instinto y generan una reacciónúnica e igual en toda su especie. Un pez, fuera del agua o dentro de ella, manifiesta la misma reacción,igual y exclusiva, de todos los peces del mismo tipo. Entre millones de peces iguales, no conseguiréisdistinguir una reacción diferente en el conjunto. Sin embargo, gran número de otras especies animales,revelan principios de conciencia; pueden ser domesticados y realizar tareas distintas entre sí. El buey,el puerco, el perro, el gato, el mono, el carnero, el caballo, el elefante y el camello, revelan ciertoentendimiento consciente aparte, en relación con las distintas funciones que son llamados a realizar.Ellos requieren, cada vez más, vuestra atención y vuestro auxilio, con el fin que puedan afirmarse en unsentimiento evolutivo hacia otros planetas en los que sus razas podrán alcanzar mejor desenvolvimientoen el comando de organismos más adecuados a sus características. Cuando su psiquismo se habilitepara el comando de cerebros humanos, sus constituciones psico-astrales podrán retornar a vuestroglobo y operar en la línea evolutiva del hombre terrestre.He aquí por qué Jesús nunca sugirió a sus discípulos que practicasen la caza o la matanzadoméstica, aconsejándoles, en cambio, que lanzasen las redes al mar.Los peces y los mariscos, se hallan aun muy distanciados de la especie animal que está dotada derudimentos de conciencia. Aunque no seáis absolutamente vegetarianos y os alimentéis de peces,crustáceos o mariscos, estaréis revelando gran progreso en el dominio del deseo enfermizo de lazoofagia. No os aconsejamos que desistáis violentamente de la carne, si es que todavía no estáisdotados de una poderosa voluntad que os permita el cambio radical del régimen. Podéis eliminar,primeramente, el uso de la carne de animales, a continuación, de las aves, y después mantened vuestraalimentación con peces y sus congéneres, hasta que, naturalmente, vuestro organismo se adapte a laalimentación exclusiva de vegetales y de frutas.Es necesario que, mientras tanto, gobernéis vuestra mente para que ella se vaya modificando pocoa poco y abandone el deseo de una alimentación que se halla vilmente estigmatizada con la muerte delanimal.
Si
procedéis así, al poco tiempo, el deseo mórbido de ingerir vísceras cadavéricas podrá ser sustituido por el saludable deseo de la alimentación vegetariana, y cambiaréis las vituallas sangrientaspor los frutos suculentos y sanos.El primer esfuerzo para libraros de la nutrición carnívora, debe consistir en comprender la realidadintrínseca de lo que es la carne disfrazada bajo la forma de sabrosos manjares.
PREGUNTA:
Dadnos un ejemplo objetivo de cómo podremos gobernar la mente y controlar elinstinto, con el fin de extinguir el deseo de saborear la carne de
los
animales.
RAMATIS:
Primeramente, es necesario que no os dejéis fascinar por el aspecto festivo de lasmesas repletas de platos de carne a los que el arte mórbido adereza en forma tal, que no pasa deconstituir una sugestión pérfida para acicatear los deseos inferiores.
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Ante el jamón "apetitoso", conviene que meditéis sobre la realidad fúnebre que se halla a vuestrofrente: hay que recordar la figura del puerco sumergido en el charco, en forma de maloliente ydetestable muladar de albúmina, sudoroso, voluminoso e inmundo, que después es cocinado en aguahirviente, para daros el jamón "rosado y oloroso". Ante el churrasco "delicioso", no os dejéis seducir por el olor de carne crepitante bajo el apetitoso condimento, considerad, más bien, su verdaderacondición de músculo sangriento, que durante la vida del animal eliminó el sudor acidulado por losporos, vertió toxinas y urea, imaginadlo como la red microscópica que canaliza bacilos de todos losmatices y de todas las consecuencias patogénicas.En realidad, vuestro esmago no fue creado para convertirse en una macabra funcn decementerio vivo, dentro del cual se liberta la fauna de gérmenes feroces y famélicos y se desmenuzanlas fibras animales. Si no os dejarais dominar por el impulso inferior, que pervierte la imaginación y osengaña con la falsedad de la nutrición apetitosa, tenemos la seguridad que, muy en breve, os sentiríasliberados de la necesidad de la ingestión de los despojos animales, del mismo modo que hay personasque se liberan del vicio de fumar, sin volver a sentir sufrimiento ni angustia alguna ante los fumadoresinveterados. Y si el deseo impuro comandara aun vuestro psiquismo negligente y se debilitara vuestravoluntad superior, es necesario que, por lo menos, recordéis la conmoción dolorosa del animal cuandoes sacrificado por el cuchillo del matarife o cuando sufre el impacto de la faca perversa en susinocentes entrañas.
PREGUNTA:
Algunos cofrades, nos
Pregunta
n sobre el aumento de responsabilidad paraaquellos espiritas que son carnívoros. ¿Qué podéis decirnos al respecto?
RAMATIS:
No podemos asignarles "aumento de responsabilidad",
 
en este caso, puesto que lamayoría obedece al propio condicionamiento biológico del pretérito, que se consolidó en la formaciónanimal y humana. Evidentemente, son pocos los espiritistas que encaran el problema de laalimentación como un delicado asunto que debe ser digno de atención. No obstante, la costumbrecarnívora no se aviene, en manera alguna, con los
 
principios elevados del Espiritismo que, además defundamentarse en los preceptos amorosos de Jesús, se afirma en los postulados iniciáticos del pasado,en que la alimentación vegetariana era norma indiscutible para el discípulo bien intencionado.Los espiritistas que estén seriamente integrados en el sentido revelador y libertador de la doctrinacodificada por Allan Kardec, han de ejercer, indudablemente, continuos esfuerzos para extinguir lapésima costumbre de ingerir carne de sus hermanos menores. Su entendimiento superior y progresivo,ha de distanciarlos cada vez más de los fragmentos cadavéricos.Es obvio que la cuestión de comer o no carne, es un asunto del fuero íntimo de cada criatura, por tanto, aquellos que no se dispongan a cambiar su enfermiza alimentación, en modo alguno concordaráncon nuestros enunciados. Muchos serán los que sabrán tejer comentarios astutos y sugestivos, parallegar a las conclusiones que justifiquen su bárbara nutrición, considerando su esclavitud mental paracon el deseo impuro, como una imposición natural de la vida humana. Pero aquellos que procuran unnivel más alto de espiritualidad, sabrán comprender que la carne es perjudicial al organismo físico,porque absorbe las toxinas de la urea, con lo cual se violenta la tesitura del vehículo astral, en el que segraban las emociones del alma. Si el espiritista pretende alcanzar mejor coeficiente físico, moral,social, artístico, intelectual o espiritual, es obvio que la abstención de la carne es un imperativoindiscutible para tener éxito completo en alcanzar ese ideal superior.
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Las figuras santificadas de los líderes espirituales de vuestro mundo, tales como Buda, Gandhi,Maharshi, Francisco de Asís y otros, entre los cuales se destaca la figura sublime de Jesús, os dejaronejemplo de una vida alejada de los banquetes carnívoros, de los asados y de las churrasquerías tétricas.Es bien sabido que los pueblos más belicosos e instintivos, son precisamente los mayores devoradoresde carne, tal como las figuras brutales, obesas y antipáticas de los antiguos cesares romanos, hierenvuestra retina espiritual por el mismo motivo apuntado.Aunque no se agrave la responsabilidad de los espiritistas que todavía se alimentan con despojosanimales, no por eso se reduce su culpa como tradicionales cooperadores en la existencia de mataderosy carnicerías, además del flagrante desmentido que ofrecen a la observancia de los preceptos de amor ybondad para con el infeliz animal sacrificado.
PREGUNTA:
Entonces, de acuerdo con vuestro raciocinio, es incoherente que el espiritista devoreel despojos de los animales. ¿No es así?
RAMATIS:
:
 
Creemos que sólo deben ser consideradas razonables las disculpas de los carnívoros,cuando no fueran espiritualistas, viviendo por tanto a la sombra de las iglesias conservadoras, la mayor parte de las cuales es absolutamente tolerante para con la alimentación carnívora. Pero cuando esapráctica macabra es tolerada por los adeptos del Espiritismo, que es un despertador de conciencias y undivino fermento que renueva todas las costumbres, se hace evidente la contradicción entre lo que elespiritista profesa y aquello que practica.
PREGUNTA:
¿Cuáles son vuestras consideraciones sobre los mentores de la doctrina espiritistaque todavía se alimentan con la carne? Desde el momento que son divulgadores de la doctrina, ¿nodeberían también, ser vegetarianos?
RAMATIS:
Aquellos que profundizan sinceramente en el conocimiento de los conceptos delamoroso Jesús y desean trasmitir a los otros sus inefables consejos, entre los que figura el de "Ser mansos de corazón", evidentemente estarán contradiciéndose cuando ingieren el producto del dolor ysufrimiento del animal inocente, ¡y mucho más, aun, si toman parte ostensiblemente en los asadosalrededor de una zanja en donde el buey fue asado, como si estuviese emergiendo de su propio túmuloviolado!
PREGUNTA:
Creemos que el espiritista todavía no puede ser censurado como consecuencia de sualimentación carnívora, toda vez que es una costumbre que, además de ser bastante natural, es propiade nuestro actual estado evolutivo espiritual. Nos es difícil comprender que el hecho de promover unainofensiva y tradicional churrasqueada o tomar parte en una comida carnívora, pueda situarnos comoculpables ante el Creador. ¿No tenemos, por lo menos, cierta razón?
RAMATIS:
Ya es hora de que raciocinéis con más sensatez sobre el verdadero sentido de laespiritualidad, haciendo distinción también con más claridad entre los vicios del reino de Mamón y losvalores que promueven a la ciudadanía del mundo de Dios.
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Pese a las argumentaciones que presentáis en cuanto a la nutrición carnívora, alegando elcondicionamiento natural del pretérito, ya es tiempo que comprendáis que sonó la hora deldefinitivo despertar espiritual. En concomitancia con la próxima verticalización del eje imaginario devuestro orbe, es necesario que os verticalicéis en espíritu, libertándoos también de la alimentación cruele ignominiosa de las vísceras dé los animales. ¡No son pocas las veces en que vuestras contradiccionesllegan a asumir el carácter de incumplimiento a los bienes generosos que provienen de la magnitud delPadre!
PREGUNTA:
No percibimos lo que queréis decir. Dadnos algún ejemplo de algunas de esascontradicciones a que os referís en tono tan enérgico.
RAMATIS:
¡Hemos tenido oportunidad de presenciar homenajes presentados por los espiritistas asus cofrades, ofreciéndoles trozos cadavéricos asados mientras que sobre su cabeza pendían racimos deuvas de los lindos parronales que les ofrecían, además de sus frutos, sombra amiga para el mórbidofestín! ¡Mientras la carne se quemaba en el brasero ardiente, su humareda fétida y viscosa envolvía losmanzanos, las vides y los dorados naranjales, llenos de frutos nutridos, como ofertas divinasdesdeñadas por el hombre ingrato!Los predicadores espiritistas, integrados en el mesianismo de salvar las almas esclavizadas a lamateria, deben cooperar en el saneamiento de la vida en todas sus expresiones físicas o morales.Consecuentemente, nunca deberán incentivar procesos mórbidos que contrarían el ritmo armonioso deesa existencia sana. Así como en las festividades espiritas los alcoholes son repudiados por saber queson perniciosas y deprimentes, las churrasqueadas y los banquetes carnívoros deben ser repelidos por-que os apartan de las vibraciones delicadas de las almas superiores. ¡Nos extraña que para obtener éxitoen la festividad espiritista, el cadáver del hermano menor tenga que ser tostado en el brasero de ladetestable churrasquería del mundo profano!¡Del lado de acá, deambulan espiritistas desencarnados, tan condicionados todavía a los banquetespantagruélicos y carnívoros, que ruegan la bendición de un cuerpo físico para una prontareencarnación, en cambio de los bienes del ambiente celestial! ¡Hay otros que todaa no secompenetran del papel ridículo que representan recitando compungidos, versículos evangélicos, enfestividades fraternas del Espiritismo, mientras el cofrade servicial asa el cadáver del hermano inferior,preparándolo para el cementerio del vientre!
PREGUNTA:
Muchos espiritistas afirman que la alimentación no tiene nada que ver con elEspiritismo, considerando vuestras afirmaciones a ese respecto, como improductivas y hasta censura-bles. ¿Qué opináis?
RAMATIS:
:
 
Es bien sabido que todas las filosofías del Oriente que pregonan la liberación delespíritu del yugo de la materia, han preceptuado siempre que la primera conquista de virtud deldiscípulo, consiste en el abandono definitivo de la nutrición carnívora. Como Allan Kardec, al codificar la doctrina espiritista se inspiró en los postulados de la filosofía espiritualista oriental, no deben losespiritistas considerar improductivo y hasta censurable que se les recomiende que no se alimenten conla carne de los animales. Eso equivale a defender y alabar la alimentación carnívora, en lo que Kardecnunca pensó.
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Todo el esfuerzo moderno para la espiritualización del mundo, no puede dejar de situar sus raícesiniciáticas en la experiencia milenaria del Oriente, cuya tradición religiosa, de templos dignos derespeto, tiene por fundamento esencial la doctrina vegetariana. Nada extrañaríamos si esa censuraproviniese de miembros de religiones sectaristas que no comprenden todavía lo que sea la evolucióndel espíritu y no creen que el animal pueda tener alma, ni que los perjuicios que causáis al cuerpocarnal se reflejan en el cuerpo espiritual; pero es siempre contradictorio que el espiritista abogue por lapráctica de la ingestión del cadáver de su hermano inferior, cuando ya es portador de una concienciamás amplia y desarrollada, bajo la alta pedagogía de los maduros valores iniciáticos del pasado.¡Es probable que nuestras reflexiones sobre el vegetarianismo sean consideradas improductivas yostensivas, por parte de cierto porcentaje de espiritistas; no obstante, sus censuras contra aquel sistemay sus alabanzas a la nutrición carnívora, implican la consideración que Dios fracasó lamentablementeen cuanto a la creación de recursos para nutrir a sus hijos, y tuvo, por ello, que echar mano delexecrable recurso de criar cabritos, conejos, puercos, bueyes y carneros, destinados exclusivamente alsacrificio cruel de las mesas humanas!Si los animales pudieran hablar, ¿qué dirían con respecto a esa gentil disposición de muchosespiritistas de devorarlos bajo festivos menús y requintados mojos que dejan boquiabiertos a muchoszulúes antropófagos?Es extraño, por tanto, que todavía se hagan censuras a las peticiones siguientes, en las que hemosfundamentado nuestra principal labor:1) que no cooperéis para el aumento de mataderos, frigoríficos y carnicerías;
2)
que no promováis los efusivos asados sangrientos, en la confraternización espirita;
3)
que evitéis que penetre en vuestra aura el viscoso y nauseabundo adherente del astral inferior que se liberta del animal sacrificado;
4)
que os separéis, lo más pronto posible, de los viejos antepasados "caiapós" o "tamoios" que,debido a la ignorancia de los postulados espiritas, se devoraban unos a otros en repugnantes ágapes;
5)
que si no encuentra eco en vuestros espíritus todo cuanto venimos solicitando, por lo menostengáis piedad del animal inocente, que es vuestro hermano menor ante Dios.6)¡De este modo, podréis integraros en los conceptos amorosos de Jesús y corresponder a la dádivagenerosa del Creador, que cubre el suelo terrestre de hortalizas, legumbres y árboles cargados de frutos,en la divina y amorosa oferta viva para la nutrición sana!
PREGUNTA:
Hay quien contesta a vuestras opiniones, alegando que Allan Kardec no censuró, ensus obras, la alimentación carnívora, ni la consideró indigna o impropia de los espiritistas. ¿Qué podéisdecir a esto?
RAMATIS:
Allan Kardec se vio compelido a adaptar sus sensatos postulados al esritupsicológico de la época, evitando entrar en conflicto, no sólo con la mentalidad profana —todavíabastante estrecha debido a la esclavitud del dogma religioso-sino también con las institucionesresponsables de la economía, en donde la industria de la carne representaba una de sus basesfundamentales.
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Toda vez que el vegetarianismo era una doctrina practicada por un pequeño número de iniciadosque se aproximaban a las fuentes espiritualistas del Oriente, sería prematuro e inconsecuente que elnoble codificador afirmase ese postulado en el Espiritismo recién expuesto al público, lo que podría ha-cerse riculo para los neófitos de la doctrina. En aquella época, la simple recomendacn deabstinencia completa de la carne, como principio de una doctrina codificada para la masa común,acarrearía el fracaso incontestable de esa doctrina. El Espiritismo, en su inicio, fue encarado más comorevelación de preceptos esotéricos que como doctrina de orden moral y disciplina evangélica, cuyasvirtudes eran consideradas todavía como exclusividad de la religión dogmática dominante. No obstante,en su base se oculta el mensaje clarísimo para aquellos "que tuvieran ojos para ver", en la que AllanKardec os legó sugestiva y sibilina advertencia que dirige particularmente a sus adeptos, con relación alvegetarianismo.Examinando la magnífica obra de Kardec, que constituye la Tercera Revelación en el ámbito devuestro planeta en progreso espiritual, os daremos algunos apuntes que distinguen, perfectamente, elpensamiento del autor sobre la alimentación vegetariana.El codificador, en nota personal, aclarando a la respuesta de la Pregunta Nº 182, del Capítulo IVdel Libro de los Espíritus, "Encarnación en los Diferentes Mundos", dice:"A medida que el espíritu se purifica, el cuerpo que lo reviste se aproxima igualmente a lanaturaleza espirita. Se le hace menos densa la materia; deja de arrastrarse penosamente por la superficiedel suelo; se le hacen menos groseras las necesidades físicas, no siendo ya preciso que los seres vivosse destruyan mutuamente para nutrirse."Está obviamente implícito en esta nota, que si la destrucción entre los seres vivos, para nutrirse, essiempre un estado de inferioridad y de "necesidad grosera", el hecho que la criatura no se nutra de seresvivos, representa un estado de superioridad espiritual. Tal práctica es más culpable e inferior entre losespiritistas, por el hecho que éstos son portadores de una conciencia más nítida de la verdad superior dela vida del espíritu; al mismo tiempo que la adhesión al Espiritismo, implica también un aumento de laresponsabilidad moral.En el capítulo VI, se hace la
Pregunta
Nº 693:"¿Será contrario a la ley de la naturaleza el perfeccionamiento de las razas animales y vegetales,por la ciencia?"La entidad consultada, que afirma el principio espirita, responde:"Todo se debe hacer para llegar a la perfección; y el propio hombre es un instrumento del que sesirve Dios para alcanzar sus fines. Siendo la perfección la meta a que tiende la naturaleza, favorecer esaperfección es corresponder a las vistas de Dios."
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